Si en cada ciudad hay muchas ciudades, ¿pueden todas ellas estar representadas en un eslogan?
Un eslogan es un lema publicitario, la expresión repetitiva de una idea o de un propósito resumidos y representados en un dicho. Conscientes (o no) de su relevancia, las ciudades han entrado a competir con todo (y contra todo) y tratan de colocarse un apellido que las sitúe en algún mapa: patrimonio de la humanidad, globales, creativas, informacionales, del conocimiento, smart cities…
Sin embargo la ciudad cambia más deprisa que sus habitantes y la inteligencia urbana no aflora por incorporar lo último en tecnología sino cuando se combina con las habilidades y comportamientos de la población, el buen uso de los recursos y la adaptación a las prioridades sociales, a las características morfológicas y al funcionamiento del territorio.
Si bajamos al día a día, todas las ciudades se parecen pero todas son diferentes. Lo difícil es encontrar esa esencia identificativa y no excluyente destinada a perdurar en el tiempo.
En A Coruña, políticos y escritores han moldeado el eslogan de la ciudad durante los últimos cincuenta años pero el que gustó a la población y ha perdurado en el tiempo fue una frase de bienvenida casual:
En 1962, el alcalde Sergio Peñamaría de Llano, pretendiendo destacar la tradicional hospitalidad de la ciudad, lo introdujo en la carta de saludo a los participantes en una competición ciclista que se celebraba en la ciudad. Lo hizo del siguiente modo: «Espero que os encontréis bien, pues La Coruña es una ciudad en la que nadie es forastero». A partir de ahí, la expresión se popularizó y pasó a las vallas publicitarias como el mejor de los saludos posibles para atraer al turista.